LA CARA, EL ESPEJO DEL ALMA
Quien inventó esa frase no se equivocaba, y es que, la ansiedad, las preocupaciones o la falta de sueño nos pasan factura. ¿Por qué esa arruga prematura, ese granito o esa alergia repentina a la que no le encontramos sentido?
El cortisol, uno de nuestros mayores enemigos:
Cuando padecemos ansiedad y estrés, de forma
continuada, nuestro cuerpo libera histamina, con ella, se produce adrenalina y
cortisol, que producen desajustes hormonales y debilitan nuestro sistema inmunológico.
Como resultado, la aparición de picazón y enrojecimiento, urticarias, o
rosáceas.
Al verse afectado nuestro sistema inmunológico, aparecen herpes y calenturas,
dermatitis y psoriasis, o su propio empeoramiento. Estas alteraciones
hormonales descontrolan también la producción de grasa en la piel, haciendo que
aparezcan pequeños granitos.
El cortisol provoca que se descomponga el
colágeno y la elastina a un ritmo mucho mayor del correspondiente de forma
natural.
Como resultado, la aparición temprana de arrugas y líneas de expresión.
Sin duda, estas son las consecuencias más graves de la ansiedad, donde se entra en un círculo vicioso, pero nunca es tarde si lo retomas ya.
CONSEJO: Mantén la piel hidratada, aplicando a diario, por la noche y por la mañana, una hidratante formulada con ácido hialurónico, ya que es el activo que mejor capta y mantiene el agua. Además, intenta beber unos dos litros de agua al día. Sigue un tratamiento facial continuado, esto hará que tu piel vuelva a su estado natural.
Si tenéis más dudas sobre este tema, llámanos.
Os esperamos en nuestro centro de estética.
Para, sal de la rutina y dedícate tiempo a ti, eres la persona más importante de tu vida.
“No te dejes para después, quiérete hoy”